Al intervenir durante la conmemoración del 30 aniversario de ese tribunal, Ramaphosa destacó que la Corte Constitucional, fundada en 1994 tras el fin del apartheid, no solo ha sido un pilar legal sino también un símbolo de la democracia sudafricana y de la defensa de los derechos humanos.
“La existencia de esta corte durante 30 años ha defendido nuestra visión democrática, tal como lo establece nuestra Constitución, nuestro ‘certificado de nacimiento’ nacional”, afirmó el mandatario.
En su alocución el Presidente recordó que la Corte fue creada sobre los restos de un sistema legal opresivo y en el sitio de una antigua prisión, como símbolo de esperanza y transformación.
Subrayó que la Constitución de 1996 refleja los valores de dignidad humana, igualdad y libertad, de los cuales la Corte ha sido su principal garante.
En la ocasión, Ramaphosa reconoció el papel de la Corte en la consolidación de la confianza pública y la cohesión nacional, así como en la protección de los derechos de los sectores más vulnerables.
Entre sus fallos más emblemáticos, el mandatario sudafricano citó la abolición de la pena de muerte, el reconocimiento del derecho a la vivienda y el acceso a tratamientos para el VIH/Sida.
Sin embargo, admitió, persisten desafíos como la desigualdad, la falta de implementación de sentencias y la necesidad de fortalecer la confianza en las instituciones.
“La promesa de la Constitución está lejos de realizarse plenamente”, resaltó.
Finalmente, Ramaphosa anunció que el presupuesto de 2025 contempla recursos adicionales para mejorar el acceso a la justicia y fortalecer los servicios judiciales.
Además, reveló, un comité conjunto elaborará un plan de acción para afianzar la independencia judicial y asegurar que el Poder Judicial sea reconocido como un igual ante el Legislativo y el Ejecutivo.
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