La mayoría de las víctimas eran civiles, afirmó la cartera en un comunicado, citado por la emisora estatal IRIB.

Las manos del régimen israelí están manchadas con la sangre de 400 iraníes indefensos, subrayó.

Más temprano, citada por la agencia de noticias Tasnim, la portavoz del Gobierno, Fatemeh Mohajerani, denunció que los ataques israelíes mataron al menos 54 mujeres y niños.

Varios hospitales también sufrieron daños, lo cual contraviene los protocolos internacionales y seis ambulancias fueron destruidas, precisó.

Tasnim destacó que doce profesores universitarios fueron asesinados hasta la fecha, al igual que la pediatra Marzieh Askari, junto a su hija de tres años, y 24 atletas.

Al respecto, el ministro de Salud de Irán, Mohammad-Reza Zafarghandi, afirmó que las incursiones militares golpearon tres hospitales y mataron a dos doctoras.

Precisamente, Tasnim resaltó que en los últimos días fueron dañados el hospital Farabi y el Centro de Salud Integral de la ciudad de Mianrahan, ambos en la provincia de Kermanshah.

Fariborz Imani, subdirector de salud de la Universidad de Ciencias Médicas de Kermanshah, condenó los ataques y anunció la destrucción de amplias zonas del Centro.

En tanto, la Oficina de Relaciones Públicas del Cuerpo de los Guardianes de la Revolución Islámica informó la muerte de cinco uniformados en un bombardeo israelí en la provincia de Lorestán.

Hamidreza Rastegar, director de la Cámara de Comercio de Teherán, aseguró que, “si bien en algunos momentos las compras emocionales presionaron el mercado, con las medidas adoptadas, la situación se normalizó y no hay preocupación por la escasez de bienes”.

No podemos publicar detalles por razones de seguridad, pero hay reservas en todo el país que son suficientes e incluso más de las necesarias, ratificó en una entrevista con Tasnim.

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