Las fuentes toman en cuenta el denominado índice de terrorismo global de 2025, publicado por el Instituto de Economía y Paz con sede en Sídney, que precisa un aumento de este tipo de acciones en el pasado año, comparado con el 2023.
Asimismo, el reporte señala que el Sahel también representó el 19 por ciento de todos los ataques terroristas en el mundo en 2024.
Y dentro de esta infausta cifra, Burkina Faso continúa como la nación más afectada de esa región con más de 700 muertes registradas por el accionar de las facciones islamistas que operan en ese territorio.
Según el informe, le siguen Níger, Nigeria y Malí donde también operan estos grupos armados como el del Estado Islámico de África Occidental (Iswap), Boko Haram y el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (Jnim), filial de Al Qaeda en el Sahel.
Burkina Faso, junto a Níger y Malí, integra la Alianza de Estados del Sahel (AES), formada después que la Comisión Económica de Estados de África Occidental aplicara a los tres sanciones económicas y diplomáticas por rehusarse a iniciar un proceso de retorno a un gobierno civil, tras el derrocamiento de los respectivos presidentes. Los tres gobiernos militares realizan también operaciones coordinadas en el combate a los grupos islamistas que actúan en sus territorios o en la frontera común.
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