El nuevo “centro de detención” se edificará por iniciativa del procurador general de ese estado norteamericano, James Uthmeier, quien propuso la construcción de una cárcel temporal en los humedales Everglades, en medio del agua y rodeado de reptiles.

En una publicación en su cuenta oficial en la red social X, Redondo expresó su más “enérgica condena” ante la construcción de la cuestionada instalación, conocida como Alligator Alcatraz.

A su juicio, resulta profundamente alarmante que se recurra a un ecosistema natural, habitado por caimanes y otras especies peligrosas, como barrera “de bajo costo” para contener seres humanos. Esta decisión no solo representa una afrenta a la dignidad humana, sino que se convierte en una forma inaceptable de intimidación y riesgo deliberado contra personas migrantes, muchas de ellas en situación de extrema vulnerabilidad, denunció.

Para el titular del Congreso, ninguna política migratoria debe construirse sobre el miedo, la deshumanización ni la exposición al peligro.

“Lo que se está promoviendo con estas medidas no es justicia ni legalidad, sino un modelo de represión que normaliza el maltrato como herramienta disuasiva”, advirtió.

El líder legislativo de la nación centroamericana afirmó que los migrantes no son criminales, sino personas que huyen del hambre, la violencia o la falta de oportunidades, y no merecen ser tratados como presas en un pantano ni usados como propaganda política, enfatizó.

“Desde Honduras alzo la voz en defensa de los derechos humanos, de nuestros connacionales y de toda persona migrante, sin distinción de nacionalidad”, manifestó.

Redondo remarcó que ninguna circunstancia justifica la creación de centros de detención inspirados en zoológicos o prisiones del pasado, mucho menos cuando se prioriza el espectáculo político por encima de la vida.

Recordó que, en el siglo pasado, campos de concentración exterminaron millones de seres humanos por su raza, origen y migración, y hoy, avisó, “se repite la historia: en Gaza con bombas, y en Florida con caimanes”, arremetió.

Tras resaltar que usar el miedo como política migratoria es inhumano, el dirigente hondureño llamó a los parlamentos del mundo a actuar frente a lo que consideró un retroceso moral y legal.

La historia juzgará con dureza a quienes legitimen prácticas que atentan contra la humanidad, sentenció el presidente del Congreso Nacional.

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