El exgerente de la Municipalidad de Lima, José Miguel Castro, fue encontrado muerto ayer en un baño de su casa, desangrado y con un corte de cuchillo en el cuello, lo que convierte en sospechosa a la exalcaldesa, según medios de prensa y políticos derechistas.
Esos sectores la señalan como beneficiaria de la muerte porque Castro había optado por colaborar con la Fiscalía y esta tenía por ello segura la condena a la exalcaldesa por recibir millonarios fondos con fines electorales, de empresas brasileñas.
Sin embargo, el abogado penalista Andy Carrión dijo que las declaraciones de Castro no podrán usarse como prueba contra Villarán, porque el procedimiento de colaboración no ha sido oficializado por un juez, como exige la norma pertinente
“Todas las declaraciones y la información que Castro ha vertido en el procedimiento de colaboración, simplemente se archivan ante el fallecimiento del postulante a colaborador”, afirmó Carrión.
Otro fue el parecer del jurista Vladimir Padilla, quien alegó que el Código Procesal establece que “cuando un testigo no puede presentarse por una circunstancia excepcional, se lee lo que él declaró anteriormente y se valora”, explicó.
Similar opinión planteó el exprocurador Luis Vargas Valdivia, quien añadió que “Hasta donde tengo entendido, el procedimiento de colaboración eficaz no ha terminado, entonces, ese proceso tendrá que archivarse”, sostuvo.
Por el contrario, el abogado Julio Rodríguez opinó que sí tendrá efecto la delación de Castro, si la Fiscalía tuviera evidencias que corroboren lo dicho por él y que puedan valer por sí solas.
La abogada de Villarán, Merlyn Edquén, descartó las afirmaciones de que la muerte de Castro favorece a la exalcaldesa, las cuales parten de la creencia de que el exgerente la acusó de un delito.
“La información que yo tengo es que él ha dicho que los aportes de campaña no estaban vinculados a ningún acto de corrupción, no ha acusado a la señora Villarán” de delinquir, sino de recibir aportes electorales, lo que no era delito cuando lo hizo.
Según Edquén, Castro solo ha confesado que gestionó los aportes por órdenes de Villarán para conseguir fondos y no ha suscrito la tesis de la Fiscalía de que cometió delito de activos.
rc/mrs





