Más de un millar de sismos en menos de dos semanas alteró la vida de esta isla, ubicada en la prefectura nipona de Kagoshima, y la Agencia Meteorológica de Japón no descarta que puedan ocurrir otros movimientos telúricos de seis grados de intensidad, como el acontecido la víspera.
Además, las autoridades advierten de lluvias que podrían causar deslizamientos de tierra.
Residentes consultados por medios locales de prensa explicaron la tensión de los últimos días, que ni siquiera les permite dormir con tranquilidad pues los temblores interrumpen cualquier rutina y la magnitud del peligro es incalculable.
Por esta razón, varios habitantes decidieron abordar un ferry rumbo a la ciudad de Kagoshima, para alejarse del estrés y el insomnio, según refirieron varios.
La cifra de terremotos en la zona ya supera los mil 150, pese a no reportarse daños ni heridos hasta el momento en la región, una de las zonas sísmicas más activas del mundo.
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