Chantal mostró signos claros de debilitamiento, con vientos sostenidos que bajaron a 80 kilómetros por hora poco después de su impacto en suelo nacional.

Las bandas externas de lluvias dispersas y tormentas eléctricas continúan afectando tanto el interior como las áreas costeras de Carolina del Sur y Carolina del Norte. Mientras tanto, las bandas internas se desplazan hacia el interior, aumentando el riesgo de lluvias intensas y posibles inundaciones, indicaron los pronósticos.

Los meteorólogos esperan que el fenómeno hidrometeorológico produzca fuertes lluvias en partes de la llanura costera de las Carolinas hasta mañana, con un total de 50 a 100 milímetros de lluvia, con cantidades locales de hasta 150 milímetros, lo que podría provocar inundaciones repentinas.

La temporada de huracanes en el Atlántico entre el 1 de junio y el 30 de noviembre, tiene su actividad máxima de mediados de agosto y mediados de octubre.

La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica predijo un 60 por ciento de probabilidad de una temporada de huracanes en el Atlántico superior a lo normal, con entre 13 y 19 tormentas con nombre.

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