Las principales asociaciones y consejos empresariales sostuvieron que el texto desconoce importantes acuerdos alcanzados tras años de trabajo en el marco del diálogo tripartito y no refleja los principios de equilibrio y sostenibilidad que el país requiere.

Por el contrario, consideraron que desincentiva la creación de nuevos empleos formales, en un contexto en que la informalidad ya supera el 55 por ciento de la fuerza laboral, al tiempo que atenta con los esfuerzos de formalizar las empresas.

Asimismo, alegan que sobrecarga los procesos judiciales, lo cual genera mayor incertidumbre jurídica y debilita el clima de inversión necesario para atraer capital nacional y extranjero.

En un comunicado suscrito por más de 80 empresas, el sector reiteró su disposición al diálogo, con el objetivo de alcanzar un consenso que preserve los derechos fundamentales de los trabajadores, impulse la productividad, fomente la creación de empleos formales y fortalezca la competitividad de la economía nacional, manifestó.

Advirtió que esta reforma envía una señal negativa en un momento en que el país enfrenta grandes retos globales, que demandan estabilidad, confianza y visión de futuro.

Se acuerdo con el comunicado, para contribuir al plan “Meta RD 2036”, que aspira duplicar el Producto Interno Bruto (PIB) en los próximos 12 años, se necesita un marco laboral que fomente el crecimiento, la formalidad y la competitividad.

Las industrias sugieren que cualquier reforma al Código de Trabajo debe ser fruto de un proceso amplio, participativo y basado en estudios técnicos que evalúen sus impactos económicos y sociales.

En ese sentido, instaron al Congreso Nacional a retomar el diálogo tripartito, con la participación de empleadores, trabajadores y Gobierno, para construir un marco regulatorio justo y adaptado a las necesidades del mercado laboral actual y de las futuras generaciones. El Senado de la República Dominicana aprobó el martes pasado en primera lectura el proyecto de ley del Código de Trabajo, que incorpora nuevos aspectos, como el teletrabajo y la extensión del período de maternidad de 12 a 14 semanas.

Entre las novedades, se conceden tres descansos diarios a las madres, de 20 minutos cada uno, para amamantar al bebé, y se instalarán tribunales laborales para resolver los desacuerdos entre dueños y empleados.

Además, se sustituye «trabajo doméstico» por «trabajadores del hogar» y la jornada de estas personas no excederá de ocho horas diarias, ni de 48 horas a la semana.

Los trabajadores del hogar también tendrán derecho a un descanso semanal ininterrumpido de 36 horas.

La Cámara de Diputados tendrá para su aprobación hasta el 26 de julio próximo, día final de la actual legislatura.

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