En un comunicado de ese colectivo se señalan agrupaciones como Cubaprimero y figuras como Armando Labrador, Carlos Ernesto Díaz (Ktivo Disidente) y Miguel Gómez (Miki Terrori), los cuales, aseguran, son fruto directo de una política imperialista diseñada para asfixiar a la patria natal y quebrar la voluntad de un pueblo heroico.
La Amcrp enumera un número de hechos que demuestran lo que llaman una Guerra No Declarada, entre ellos el terrorismo mediático financiado por la Casa Blanca.
De acuerdo con el texto, este tipo de actos buscan sembrar el caos y presentan un patrón de violencia premeditada, donde los ejecutores reciben migajas mientras sus financistas gozan de impunidad en suelo norteamericano.
Además repudian los ataques a instalaciones diplomáticas, como ocurrió con la sede en Washington que sufrió dos ataques terroristas (septiembre/2023 y abril/2020), incluido el lanzamiento de cócteles Molotov y disparos con fusil de asalto.
Tres años después, los responsables siguen sin ser juzgados, evidenciando la complicidad del gobierno estadounidense, agrega el mensaje.
De otra parte cuestiona la subversión política, dirigida por el secretario de Estado, Marco Rubio, utilizando fondos de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, (más de 20 millones de dólares anuales) para financiar medios independientes y campañas de desinformación que documentan mentiras para justificar lo injustificable.
El documento además hace énfasis en el uso del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto hace más de 60 años como un arma para destruir al país caribeño, hostil política recrudecida desde junio último con el memorando Presidencial y medidas contra el turismo estadounidense, la persecución de transacciones financieras y criminalización de las remesas familiares.
A todo esto se suma la lista espuria de paises Patrocinadores del Terrorismo en la que Cuba permanece incluida sin fundamento, limitando su acceso a créditos globales y justificando sanciones extraterritoriales, agrega la Amcrp.
En ese sentido, la agrupación exigió a Estados Unidos que cese de inmediato el financiamiento a grupos violentos y que se investigue y sancionen a los autores intelectuales de los actos terroristas.
Además, rechazó la injerencia en asuntos internos y demandó respeto a la soberanía y autodeterminación de Cuba.
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