En un extenso artículo publicado en el diario electrónico del Gobierno vietnamita, Si Dung subrayó que la conceptualización es el punto de partida de la reforma, la base del pensamiento innovador y para reestructurar el sector económico estatal, impulsar la dinámica del mercado y restablecer la confianza entre los sectores económicos.
Es el requisito previo para que el liderazgo de la economía estatal deje de ser un eslogan político y se convierta en una capacidad práctica para generar desarrollo, puntualizó.
Según el politólogo, aunque su papel fundamental está claramente definido en la Constitución de 2013, “el concepto de economía estatal no es suficientemente claro y no ha sido estandarizado en términos de contenido y alcance”.
En ese sentido, señala que en la práctica vietnamita la idea de “economía estatal” suele confundirse con otras funciones del Estado, como la macrogestión, la asignación presupuestaria o la prestación de servicios públicos, lo que genera superposición de funciones, conflictos de intereses y una pérdida de carácter de mercado.
Por otra parte, agrega, la identificación de la “elaboración de políticas estatales” con la “actividad económica estatal” crea una situación en la que todo ámbito en el que participa el Estado se entiende como económico estatal, desde la construcción de escuelas hasta la atención médica.
“El resultado es una expansión descontrolada de este sector, que debilita al sector privado, aumenta la carga presupuestaria y reduce el incentivo a la innovación”, puntualiza el también ex asesor ministerial.
De acuerdo con el autor, a partir de la síntesis de la teoría y la experiencia internacional, puede establecerse como concepto básico que la economía estatal “es la parte de la economía en la que el Estado utiliza directamente capital, activos y recursos humanos para invertir, producir y hacer negocios como una entidad de mercado”.
Además, para crear valor agregado y servir al objetivo del desarrollo socioeconómico, al tiempo que debe asumir los riesgos y la disciplina de mercado como cualquier otra entidad.
Si Dung considera también necesario enfatizar y agregar al marco teórico que la economía estatal no es solo una actividad productiva y empresarial, sino también el poder de coordinar una enorme cantidad de activos que el Estado posee: capital, acciones estratégicas, suelo público, infraestructuras, recursos naturales, big data, entre otros.
Al respecto advierte que si ese activo se gestiona con una mentalidad administrativa local (pedir y dar) obstaculizará el mercado. Pero si se gestiona como una cartera de inversión estratégica se convertirá en una gran palanca para la innovación en modelos de crecimiento, el desarrollo de alta tecnología y el aumento de la productividad.
“Esta es la razón subyacente por la que la economía estatal desempeña un papel de liderazgo: no porque produce más, sino porque posee los mayores activos y puede coordinar mejor el desarrollo estratégico, si se institucionaliza adecuadamente”, enfatiza el reconocido politólogo.
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