Las desvinculaciones en la empresa tienen lugar en medio del plan de recorte estatal impulsado por el Gobierno del presidente Daniel Noboa, que asegura que el objetivo es lograr eficiencia administrativa.

La Antep y Sintep denunciaron que las notificaciones ocurrieron “en la oscuridad”, en un acto que calificaron de “cobarde” y contrario a los intereses estratégicos del país.

Según el comunicado difundido por las organizaciones, entre los desvinculados hay geólogos, geofísicos, ingenieros, operadores y otros técnicos especializados “indispensables para sostener la producción, el transporte y la comercialización de hidrocarburos”.

Las agrupaciones recordaron que un estudio de la consultora internacional Arthur D. Little, en 2022, ya advertía un déficit de mil 200 técnicos en la empresa, lo que comprometía la operatividad de toda la cadena petrolera.

El despido de personal calificado, afirman, pone en riesgo la capacidad del país para sostener y aumentar la producción de crudo, recuperar infraestructura crítica como el Sistema de Oleoducto Transecuatoriano(SOTE) y las refinerías, y mantener la sostenibilidad financiera de Petroecuador.

El pasado jueves el Ejecutivo ecuatoriano anunció la desvinculación de cinco mil funcionarios públicos, la reducción del número de ministerios de 20 a 14 y las secretarías de nueve a tres como parte de su plan de “eficiencia estatal”.

“Fue una decisión muy dura”, dijo Noboa al justificar la medida y aseguró que los despidos buscan dar paso a jóvenes comprometidos con el país.

Ante esta situación, Antep y Sintep hicieron un llamado a los trabajadores y a la ciudadanía a “resistir este atentado laboral” y defender el sector petrolero como parte del patrimonio nacional.

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