A través de un comunicado, la Monusco expresó profunda indignación por la acción ocurrida durante la noche del 26 al 27 de julio, aproximadamente a 60 kilómetros al suroeste de Bunia, en el territorio de Irumu, provincia de Ituri, donde las ADF mataron a 19 mujeres, 15 hombres y nueve niños.

La mayoría de las víctimas fueron asesinadas con armas blancas dentro de un lugar de culto, mientras varias personas fueron secuestradas y viviendas y comercios fueron incendiados.

La Monusco condenó estos “atroces actos de violencia, que constituyen graves violaciones del derecho internacional humanitario y violaciones de los derechos humanos”, a la vez que expresó condolencias a las familias y comunidades afectadas.

En el mensaje, igualmente instaron a las autoridades congoleñas a investigar exhaustivamente estos asesinatos y llevar a los responsables ante la justicia.

“Estos ataques selectivos contra civiles indefensos, en particular en lugares de culto, no solo son atroces, sino que también violan todas las normas de derechos humanos y el derecho internacional humanitario”, remarcó la nota, donde reiteraron el compromiso con la protección de la población.

Como parte de esa misión, la Monusco, en coordinación con las autoridades locales, prestó apoyo a la organización de entierros, la atención médica a los heridos, y el reforzamiento de la seguridad en Komanda y sus alrededores.

La Misión también reiteró el llamamiento del secretario general de las Naciones Unidas a todos los grupos armados extranjeros para que depongan las armas incondicionalmente y regresen a sus países de origen.

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