Allí el sismo impactó con una magnitud de 8,8, en la escala de Richter, y desató olas de tsunami que han puesto en alerta a varias naciones del Pacífico, como Indonesia y Japón, además de los territorios estadounidenses de Hawái y Alaska.
Diversos puntos costeros del archipiélago filipino ya confirmaron la llegada de olas de menos de un metro, mientras el departamento de sismología nacional comentó que la situación con el oleaje podía durar horas.
Como medida preventiva, la entidad instó a los residentes de zonas costeras, o próximas a la costa, moverse tierra adentro.
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