Así lo reconoció el presidente de la Administración Nacional de Puertos (ANP), Pablo Genta, quien reconoció que la merma se refleja sobre todo en los tráficos regionales, en particular la carga paraguaya que llega por vía fluvial para transbordos.
«En los primeros cinco meses hay una reducción general de casi el 30 por ciento de movimiento de contenedores en importación y exportación, pero de tránsito y trasbordo está en el orden del 50 por ciento», expresó Genta en entrevista radial.
Comentó que la tendencia tiene origen en el segundo semestre de 2024, pero se agudizó desde febrero de 2025.
Refirió la decisión de la naviera MSC de llevarse los tránsitos de Paraguay a su terminal de Buenos Aires luego de que no pudiera cerrar aquí contratos con la Terminal Cuenca del Plata (TCP), donde la transnacional de origen belga Katoen Natie tiene el control.
“También hubo otro servicio de Línea Mediterráneo que decidió terminar en Río Grande (Brasil) y no en Montevideo», dijo el directivo portuario.
Refirió además la demora en la construcción del nuevo muelle en TCP, que se dilatará hasta mediados o fines de 2027.
La caída del tránsito portuario tiene efectos directos en la competitividad del puerto.
Según estimaciones del sector, casi la mitad del movimiento de contenedores transitarios provenía de Paraguay.
La salida de navieras como MSC y Hapag-Lloyd redirigiendo servicios a Buenos Aires, Dock Sud y puertos brasileños genera un desafío para Montevideo como polo logístico regional.
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