El permiso fue aprobado por menos de la mitad de los 130 congresistas, con 63 votos a favor y 39 en contra, de legisladores de izquierda y de otras posiciones cuyos oradores, más que cuestionar los destinos del viaje, criticaron con dureza a la mandataria.

Los legisladores que votaron a favor señalaron que la breve gira permitirá estrechar relaciones con Japón e Indonesia, con énfasis en la economía por las posibilidades que ofrecen ambos mercados para los productos peruano y el interés empresarial de los dos países en invertir en Perú.

Desde la izquierda, el congresista Álex Flores opinó que la petición de viaje no debía ser autorizada «porque la presidenta quiere hacer un viaje de placer y sus anteriores salidas al exterior han sido insulsas y sin resultados para el país», alegó.

También señaló que la mandataria no representa al pueblo peruano, en alusión a su casi unánime desaprobación en las encuestas de opinión.

La legisladora Sigrid Bazán, también de izquierda, argumentó contra la autorización que Boluarte no sabe siquiera manejar las relaciones internacionales y señaló que en su reciente mensaje anual ante el Congreso lanzó «insultos diplomáticos» a países latinoamericanos.

La congresista de derecha Norma Yarrow también votó contra el permiso, al igual que Alejandro Muñante, de línea similar.

Según el programa oficial de la gira, en Japón Boluarte será recibida en una audiencia por el eEmperador Naruhito y dialogará con el primer ministro de Japón, Shigeru Ishiba.

Además tendrá un encuentro con empresarios japoneses potenciales inversionistas en Perú y asistirá a la exposición universal Expo 2025-Osaka Kansai.

En Indonesia, la mandataria peruana se reunirá con el presidente Prabowo Subianto, en una visita en la que podría culminar la negociación de un Acuerdo Comercial Integral entre ambos países que abriría el enorme mercado de esa nación a exportaciones peruanas.

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