Un comentario publicado por la agencia estatal de noticias ACNC apunta que antes de fin de año Tokio emplazará en Kumamoto, capital de la prefectura homónima en la isla de Kyushu, proyectiles tierra-mar cuyo alcance fue extendido a mil kilómetros.
Misiles del mismo tipo se ubicarán el próximo año también en Oita, Okinawa y otras localidades, indicó.
El medio denuncia que los medios de prensa y los políticos japoneses, abiertamente, justifican esos movimientos para dotarse de “capacidad de ataque a bases enemigas” y de “medios de contraataque”. De acuerdo con el medio, el emplazamiento de esos misiles capaces de golpear a los países vecinos nada tiene que ver con la defensa y, por el contrario, tiene fines militaristas, agresivos y geoestratégicos.
Recuerda que en su recién publicado Libro Blanco de Defensa 2025, Japón tildó a la RPDC y otras naciones vecinas de “amenaza inminente” y de “desafío estratégico sin precedentes”, lo cual revela adonde apuntan aquellas armas.
ACNC afirma de los citados movimientos de misiles entrañan un gran peligro y aconseja a Japón a “actuar con prudencia” y tener muy presente cualquier agresión a la RPDC significará “su arruinamiento total”.
mem/asg





