Según el ministerio de Relaciones Internacionales y Cooperación (DIRCO), la inquietud surge luego que la vocera interina del gobierno de Eswatini, Thabile Mdluli, confirmara la recepción del grupo, así como el anuncio del Departamento de Seguridad Nacional estadounidense sobre la deportación de individuos, algunos condenados por delitos graves, hacia ese reino.

Sudáfrica enfatizó que su preocupación se centra en el posible impacto negativo sobre su propia seguridad nacional y política migratoria, debido a la proximidad geográfica entre ambos países y los riesgos inherentes a la presencia de personas con antecedentes penales relevantes en la región.

El comunicado oficial recordó que tanto Eswatini como Estados Unidos anunciaron a través de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) su intención de cooperar en la repatriación de los deportados a sus respectivos países de origen.

Sin embargo, DIRCO subrayó su escepticismo respecto a la voluntad de los países para aceptar a estos individuos, por las graves condenas que pesan sobre algunos de ellos.

Pese a reconocer la soberanía de Eswatini para tomar decisiones sobre asuntos migratorios, el gobierno sudafricano solicitó máxima coordinación regional, dada la vulnerabilidad en materia de control fronterizo y la necesidad de preservar la seguridad de la población sudafricana y del sur de África.

DIRCO reiteró en el comunicado la disposición sudafricana a colaborar estrechamente con Eswatini, Estados Unidos y organismos multilaterales como la OIM para garantizar soluciones respetuosas de los derechos humanos y que no pongan en riesgo la estabilidad ni la seguridad de la región.

mem/mv