En declaraciones a la prensa, el ministro de Desarrollo Sostenible Orlando Habet explicó que el programa buscará financiar la conservación de manglares y pastos marinos mediante la venta de créditos de carbono certificados.
«Es una inversión piloto para evaluar cómo podemos generar fondos a través de la protección de estos ecosistemas, que son vitales para capturar carbono y mitigar el cambio climático», señaló.
El ministro destacó que, aunque Belice ya cuenta con un proyecto de ley de reducción de carbono pendiente de aprobación en el Parlamento, iniciativas como ésta podrían avanzar de manera independiente para acelerar la acción climática.
Mencionó además que este modelo sigue el ejemplo de otros mecanismos similares, como el «Bono Azul», implementado previamente en proyectos terrestres.
Belice posee una rica biodiversidad debido a la variedad de ecosistemas, que incluyen selvas tropicales, arrecifes de coral, manglares, cayos y sistemas de cuevas.
A pesar de su pequeño tamaño, alberga una gran cantidad de especies, muchas de ellas endémicas o en peligro de extinción.
El conocido sistema de arrecifes del país, es el segundo más grande del mundo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Como toda la región tiene amenazas a la derivada de un alto nivel de deforestación, contaminación por plásticos y químicos que afectan los arrecifes, cambio climático (blanqueamiento de corales y aumento del nivel del mar) y caza furtiva (especialmente de jaguares y manatíes).
Las autoridades sostienen un arduo esfuerzo de conservación ratificado en el hecho de que más del 36 por ciento de su territorio está bajo protección.
ro/ohh





