Por Fausto Triana
Aunque a lo largo de la historia alguna vez se dieron sorpresas, lo que ocurre en España es similar a la Budesliga de Alemania, donde el Bayer Leverkusen o el Borussia Dortmund arrebataron eventualmente la supremacía al Bayern Munich.
Aquí el reparto del trono es bastante gráfico. Encabeza la tabla el Real Madrid con 36 títulos, seguido por el Barcelona (28), Atlético de Madrid – (11), Athletic de Bilbao (8), Valencia (6), Real Sociedad (2) y con un trofeo cada uno, Deportivo La Coruña y Sevilla.
Sin embargo, la mística de las proezas increíbles ha cedido espacio por una razón muy simple: dinero. Las inversiones del trío de ases del balompié español rebasan como mínimo los 100 millones de euros en cada temporada, cifra a la que no pueden acceder la mayoría del resto de los clubes.
En algún momento lejano del pasado, el Atleti era considerado equipo del pueblo, o sea el hermano (por la capitalidad) de los ricos de la “casa blanca”. Pero eso quedó atrás hace rato.
El Barcelona se estrenará el 16 de agosto contra el Mallorca, el Atlético de Madrid lo hará un día después frente al Espanyol, mientras el Real Madrid chocará con el Osasuna el 19.
Los primeros cotejos del torneo serán este viernes entre el Girona y el Rayo Vallecano, y el Villarreal ante el recién ascendido Real Oviedo.
Además de las estrategia y planteamientos técnico-tácticos, los entrenadores de los clubes más exigidos de la liza, Hansi Flick, Xabi Alonso y Diego Simeone, tienen la difícil tarea de asegurarse con ojo clínico de los problemas físicos de los jugadores.
La temporada anterior se le hizo muy larga a Simeone, el entonces preparador de los merengues Carlo Ancelotti no supo capitalizar sus ventajas momentáneas, y Flick halló soluciones para los momentos cruciales.
Con esa ventaja inicia el Barça su andadura. El preparador alemán le dio un sello de identidad ofensivo y de entrega colectiva en la recuperación y las marcas, con un balance muy armónico entre veteranos (Lewandowski, Raphinha, De Jong) y jóvenes ascendentes (Yamal, Pedri, Olmo, Fermín).
Suma al inglés Rashford y le queda a Flick determinar sus defensores más estables, si bien todo indica que repetirán al menos Cubarsí y Koundé, con Araujo, Balde, Christiansen y el arquero Joan García.
Ahora con los fichajes de verano, Xabi Alonso sabe que tendrá muchas miradas sobre su trabajo. Lograr efectividad y compromiso de los atacantes (Mbappé, Vinicius, Rodrygo, Gonzalo) y terminar por engrasar a su mediocampo (Bellingham, Valverde, Guller).
Luego, recuperar el hermetismo defensivo (Courtois, Militao, Huijsen, Rudiger) con laterales de proyección (Carvajal, Arnold, Carreras).
Por último, el Atleti va por todas, con el albiceleste Thiago Almada, el estadounidense Johnny Cardoso y el español Alex Baena para el ataque, con Julián, Griezmann y Sorloth. El italiano Matteo Ruggieri, lateral y también volante ofensivo, y el central eslovaco David Hancko.
Se acaba de incorporar a las huestes colchoneras el atacante italiano Raspadori.
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