en un comunicado emitido este martes, el club merengue subrayó ‘su más firme rechazo’ a la propuesta de disputar fuera de España el partido de la 17 jornada 17 del certamen español entre el actual campeón, Barcelona, y el Villarreal.
Una iniciativa de ambos conjuntos que fue tramitada con la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), que ayer en un tácito visto bueno, trasladó a la UEFA la petición luego emprender los trámites de pedir autorización de la FIFA.
Aunque se trata de asunto que en realidad impulsa el propio presidente de LaLiga, Javier Tebas, abiertamente enfrentado al Real Madrid, lo cierto es que no tiene precedentes y supone un cambio en las reglas de la liza española.
Sin embargo, el plantel blanco que preside Florentino Pérez, ya se dirigió a la FIFA y UEFA, lo mismo ante el CSD, para que ‘no autorice la celebración del encuentro sin el consentimiento previo de todos los clubes participantes en la competición’.
En el caso del CSD, la «casa blanca» le solicita que ‘no conceda la autorización administrativa necesaria’.
Precisó en su nota que se trata de una medida ‘impulsada sin información ni consulta previa a los clubes’ integrantes de LaLiga, y que ‘vulnera el principio esencial de reciprocidad territorial que rige en las competiciones de liga a doble vuelta (un partido en casa y el otro en la del equipo contrario), alterando el equilibrio competitivo y otorgando una ventaja deportiva indebida a los clubes solicitantes’.
‘La integridad de la competición exige que todos los partidos se celebren bajo las mismas condiciones para todos los equipos. Modificar unilateralmente este régimen rompe la igualdad entre contendientes, compromete la legitimidad de los resultados y sienta un precedente inaceptable que abre la puerta a excepciones basadas en intereses ajenos a lo estrictamente deportivo, con clara afección a la integridad deportiva y riesgo de adulteración de la competición’, sentenció el Real Madrid.
mem/ft





