Con el concurrido evento la tarde de este miércoles, la representación diplomática de la isla inició el ciclo conmemorativo por el centenario -en 2026- de quien es considerado “un titán revolucionario, un líder visionario y un símbolo perdurable de resistencia, dignidad y solidaridad”, expresó al dar la bienvenida, la encargada de Negocios, Lianys Torres.
Este 13 de agosto, dijo, “no solo recordamos a Fidel; celebramos el legado imborrable de un hombre que transformó el destino de Cuba e inspiró a millones de personas en todo el mundo”.
La palabra, la poesía y la música se unieron. El destacado intelectual James Early presentó el libro ‘Fidel Castro, la visión de un canadiense’, del escritor, académico y periodista de Montreal, Arnold August, quien no pudo asistir por la negativa de entrada a este país de las autoridades estadounidenses.
El doctor Early, exdirector de Estudios Culturales y Comunicación en el Centro de Programas de Vida Folklórica y Estudios Culturales del Instituto Smithsonian en Washington DC, reiteró su admiración hacia una de las figuras políticas más influyentes del siglo XX y parte del XXI.
Sobre Fidel Castro afirmó que fue un ser humano excepcional que hizo conexiones con toda la humanidad no solamente en la lucha por la soberanía, independencia y autodeterminación de Cuba.
En la velada también se develaron dos pinturas de Ian Matchett, cuya obra se inspira en la tradición del realismo social. Residente en Detroit, Michigan, el artista exteriorizó su respeto hacia Cuba, “una nación orgullosa, independiente y soberana” que “ha soportado más de 60 años de bloqueo (de sucesivos gobiernos de Estados Unidos)”. Sus retratos captaron el espíritu del héroe revolucionario al que definió como “gran timonel en medio de tiempos aciagos”.
El acto contó además con la participación del artista cubano de hip hop Jonathan Mackenzie, que leyó un poema e interpretó una canción dedicada al líder de la Revolución.
Fidel Castro nació el 13 de agosto de 1926 en Birán, actual provincia de Holguín (este) y su partida a la inmortalidad, el 25 de noviembre de 2016, a los 90 años, causó conmoción a nivel internacional.
A lo largo de su vida los servicios de la Seguridad del Estado de la isla identificaron centenares de planes en distintas fases de desarrollo para eliminarlo físicamente. Salió ileso entre 1958 y 2000 a 634 complots para asesinarlo.
Fidel pidió que no se le erigieran estatuas, ni plazas, por eso en el monolito donde reposan sus cenizas en el cementerio Santa Ifigenia, en la oriental ciudad de Santiago de Cuba, solo destacan las cinco letras de su nombre.
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