Italia ocupa penúltimo lugar europeo en duración de la vida laboral

Roma, 14 ago (Prensa Latina) Italia pasó a ocupar el penúltimo lugar en la Unión Europea (UE) en cuanto a extensión de la vida laboral, con una media de 32,8 años, solo delante de Rumanía, problema con graves efectos socioeconómicos, indica hoy un informe.

Un análisis elaborado por investigadores de la Confederación Nacional de Artesanos, Pequeñas y Medianas Empresas (CNA), publicado en el sitio digital del medio informativo especializado QuiFinanza apunta, como principal razón de esta situación, el retraso en la incorporación de los jóvenes al mercado laboral.

En 2024, la proporción de empleos ocupados por personas de entre 15 y 24 años en Italia era de tan solo el 4,7 por ciento del total, lo que representó un descenso de dos puntos porcentuales en veinte años, muy lejos de países como Alemania, donde la proporción de trabajadores jóvenes supera la décima parte de la masa laboral.

El estudio, que toma como base datos oficiales aportados por el Instituto Nacional de Estadísticas (Istat), destaca que solo en las microempresas, con menos de diez empleados, se observa un alto porcentaje de trabajadores menores de 30 años, con 22,4 puntos,

Sin embargo en las empresas italianas con más de 250 empleados, los jóvenes representan tan solo el 12 por ciento de la plantilla.

El informe, titulado Demografía, Empleo y Seguridad Social: Italia en el contexto europeo, resalta al declive demográfico como el principal factor que provoca la crisis socioeconómica que afecta a esta nación.

Ese fenómeno socava la sostenibilidad financiera de las pensiones y pone en riesgo el sistema productivo, que se encuentra en una situación cada vez más difícil debido a fenómenos como el desajuste entre la oferta y la demanda de mano de obra y la dificultad de transmitir competencias y conocimientos de una generación a otra.

Por otra parte, para la sostenibilidad del sistema de pensiones italiano fueron necesarias numerosas reformas a lo largo del tiempo, destinadas a garantizar la estabilidad financiera del mismo, para adaptarlo a los cambios demográficos y económicos.

Entre los principales ajustes se encuentran la transición de un sistema de reparto, basado en los últimos salarios percibidos, a un sistema contributivo, calculado sobre la base de las cotizaciones efectivamente pagadas y revalorizadas, además del aumento progresivo de los requisitos de edad y cotización para acceder a una pensión.

Los datos de la Oficina de Estadísticas de la UE (Eurostat) muestran que entre 2006 y 2022 Italia fue la única gran economía europea que redujo el número de pensiones pagadas, al tiempo que estabilizó el gasto en las mismas como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB), a pesar del aumento de la población mayor de 64 años.

Sin embargo, la sostenibilidad depende no solo de la edad de jubilación, sino también del empleo y la duración de la vida laboral, áreas en las que la situación de Italia sigue siendo crítica, agrega la fuente.

jha/ort

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