En conferencia de prensa tras la X Reunión de Ministros de Relaciones Exteriores de la Cooperación Lancang-Mekong, el jefe diplomático enfatizó que «aprender de la historia es fundamental para construir un futuro mejor».
Recordó que el 15 de agosto de 1945 marcó la derrota de Japón y su aceptación del cumplimiento del Acuerdo de Potsdam, mediante el cual anunció su rendición incondicional durante la Segunda Guerra Mundial.
Wang Yi subrayó que la agresión desatada por los militaristas nipones causó profundas calamidades al pueblo chino y a los países asiáticos, al tiempo que también afectó gravemente a los ciudadanos japoneses.
Citó el Acta de El Cairo y la Declaración de Potsdam como documentos internacionales clave que establecen la responsabilidad de Tokio por la guerra y determinan que las tierras robadas a China, incluida Taiwán, debían ser devueltas a su país.
Wang Yi afirmó que estos acuerdos constituyen logros inamovibles de la victoria contra el fascismo y forman parte esencial del orden internacional posterior a la guerra.
Sin embargo, señaló que hasta la fecha algunos sectores en Japón continúan con el intento de justificar o negar la agresión, distorsionar la historia, modificar libros de texto y rehabilitar a criminales de guerra.
Calificó estas acciones como moralmente reprobables y contrarias al espíritu de la Carta de las Naciones Unidas.
Asimismo, las describió como un desafío al orden internacional, a la conciencia humana y a los pueblos que vencieron al fascismo.
En este sentido, instó a Japón a tomar decisiones correctas, a no olvidar los hechos históricos y a evitar desviarse nuevamente del camino de la política pacifista y la cooperación regional.
Este año se cumple el 80 aniversario de la victoria en la Guerra de Resistencia del Pueblo Chino contra la Agresión Japonesa y la Guerra Antifascista Mundial, una fecha que el gigante asiático homenajeará el próximo 3 de septiembre con una gran parada militar en esta capital.
Según datos oficiales, China sufrió más de 35 millones de bajas en el conflicto bélico, cifra que representa un tercio de las víctimas totales de todos los países durante la Segunda Guerra Mundial.
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