La caminata partió desde el emblemático parque Belisario Porras y concluyó con una concentración en los predios de los Ministerio de Relaciones Exteriores y de Gobierno, en la que solicitaron al Ejecutivo la salida inmediata de las tropas del Comando Sur y el cierre de bases militares.
“Lo único que han venido a hacer los gringos a Panamá es desgraciarle la vida al pueblo, a profundizar las políticas neoliberales con el aumento descontrolado de los costos de la canasta básica, la energía eléctrica, servicio de internet, y todos los bienes y servicios para poder vivir”, subraya un comunicado de ese colectivo, al que tuvo acceso Prensa Latina.
Los manifestantes entregaron en la cancillería una carta en la que aseguran que para enarbolar estos reclamos se sienten inspirados en la memoria de los mártires del 9 de enero de 1964, de los patriotas caídos en el Movimiento Inquilinario de 1925 y del 20 de diciembre de 1989 a manos del ejército invasor y genocida de los Estados Unidos.
Para la Coordinadora, los ejercicios conjuntos Panamax, del 13 al 23 de agosto, con la participación de marines, potentes aeronaves y miembros de organismos locales de seguridad con la justificación de garantizar la protección del Canal, son lesivos a la soberanía nacional y violan los Tratados de Neutralidad de 1977.
La misiva también señala que la imposición de bases militares en suelo patrio pone en peligro la seguridad de la vía interoceánica y, por consiguiente, la vida de todos los panameños, pues podrían ser blanco de ataques de otros países con armas de destrucción masiva.
Sobre la firma en abril último de un memorando de entendimiento entre el Ejecutivo y Washington, la agrupación señala que se trata de una afrenta, profanación y deshonra a la dignidad nacional, a la sangre derramada generosamente por los mártires de la patria.
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