También influyó en esta disminución el descenso del ingreso por servicios logísticos.
De acuerdo con el informe mensual de la Encuesta sobre Transporte Terrestre compilado por el ente estadístico nacional, Stats SA, la facturación por concepto de transporte de carga se redujo 0,2 por ciento respecto a igual mes del año anterior, resaltando un entorno desafiante para el sector logístico nacional.
En el balance trimestral, los ingresos del segmento cayeron 0,7 por ciento comparados con el segundo trimestre de 2024.
Acorde con el reporte, Agricultura, productos forestales y el sector metalúrgico lideraron las contribuciones negativas: el traslado de materiales primarios agrícolas descendió 21,1 por ciento (restando 1,3 puntos porcentuales al total), mientras que los metales básicos y productos fabricados retrocedieron 25,2 por ciento.
El transporte de contenedores acusó una baja de 5,7 por ciento, representando una merma adicional.
En términos ajustados estacionalmente, la carga transportada cayó 1,5 por ciento en el segundo trimestre de 2025 comparado con el primero.
El transporte por carretera descendió 1,5 por ciento y el ferroviario 1,2 por ciento, lo cual evidencia dificultades persistentes tanto en infraestructura como en captación de cargas estratégicas.
En contraste, prosigue Stats SA, el ramo de transporte de pasajeros mostró señales de recuperación.
Durante junio, los traslados de pasajeros crecieron 11,9 por ciento interanual, pese a que el ingreso vinculado a estos viajes bajó 1,3 por ciento. La dinámica trimestral fue más moderada: los trayectos de pasajeros estacionalmente ajustados subieron 0,4 por ciento respecto al periodo previo.
El desempeño estuvo marcado por un alza de 8,8 por ciento en los viajes por ferrocarril, mientras que el transporte automotor de pasajeros experimentó una contracción de 2,6 por ciento, resultado vinculado a ajustes en rutas y expectativas de recuperación gradual del sector.
Según analistas locales, esas cifras reflejan los retos actuales en la logística sudafricana frente a la fluctuación de la demanda y la variabilidad de precios, en un contexto económico internacional incierto y con marcadas presiones sobre las cadenas de suministro.
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