Estos refugios acogen a cientos de miles de desplazados sudaneses que abandonaron sus hogares, en medio de los enfrentamientos entre el Ejército y los Paramilitares.
Solo en el pasado mes de julio se atendieron unos 938 casos en la provincia de Ouaddai, en el este del Chad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió sobre este peligro por la extensión de la epidemia desde Sudán, ya que el movimiento de personas de un país a otro no ha cesado desde 2024.
Según un comunicado del Ministerio de Sanidad emitido la víspera, solo en la provincia de Ouaddai, en el este del país, murieron más de 60 personas y las autoridades sanitarias aumentan los esfuerzos para mejorar la higiene y el saneamiento en la región para evitar una mayor propagación de la enfermedad.
Por otra parte, en el campo de refugiados de Dougui, en la misma provincia, que acoge a unos 20 mil refugiados sudaneses, el mes pasado perecieron 4 personas a causa de la enfermedad.
En Chad viven en estos momentos cerca de un millón de refugiados sudaneses que huyeron del conflicto armado en su país.
La guerra en Sudán, causó ya decenas de miles de muertos, desplazó a 13 millones de personas y sumió a este país pobre en la peor crisis humanitaria actual del mundo, según informes de Naciones Unidas.
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