El ministro asistente de Relaciones Exteriores, Hong Lei, hizo estas declaraciones al referirse a la tergiversación de la historia que algunos elementos en Tokio han querido hacer, a propósito del aniversario 80 de la victoria en la Guerra de Resistencia del Pueblo Chino contra la agresión japonesa y la derrota del fascismo durante la Segunda Guerra Mundial.
«Siempre ha existido una fuerza que intenta glorificar la agresión e incluso rehabilitar y resucitar a los testigos y criminales de aquella época», agregó.
De acuerdo con el diplomático, esto constituye un desafío al orden internacional de la posguerra, a la conciencia humana y al pueblo amante de la paz.
«En los últimos años, Japón también ha ajustado ampliamente su política de seguridad, incrementando año tras año su presupuesto de defensa, relajando continuamente las restricciones a la exportación de armas y buscando un desarrollo militar de carácter trascendental», apuntó.
Según Hong Lei, esto hace que los países vecinos de Asia y la comunidad internacional se planteen serias dudas sobre si Tokio sigue sinceramente el camino del desarrollo pacífico.
Previamente la Cancillería china confirmó que solicitó una explicación a Japón por sus gestiones diplomáticas ante otras naciones para socavar la presencia internacional en la parada militar por el Día de la Victoria, el próximo 3 de septiembre en esta capital.
No obstante, el ministro asistente aseguró hoy que jefes de Estado y gobierno de 26 países asistirán a este acto conmemorativo.
Entre los invitados se encuentran el mandatario de Rusia, Vladimir Putin, el máximo líder de la República Popular Democrática de Corea (RPDC), Kim Jong Un, así como los presidentes de Vietnam, Indonesia, Belarús e Irán.
También llegarán a esta capital altos representantes de diferentes naciones, entre ellas de Venezuela, Nicaragua y Brasil, así como altos cargos de instituciones, organizaciones y mecanismos internacionales.
Asimismo, China invitó a 50 internacionalistas o familiares directos de personas que participaron en la guerra de resitencia, quienes llegarán procedentes de 14 países, entre ellos Rusia, Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Canadá.
Según el gigante asiático, el desfile tiene como propósito mirar hacia la historia, abrazar la paz y forjar un futuro mejor, al tiempo que muestra un ejército moderno camino a celebrar su centenario dentro de dos años.
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