El acto contó con la presencia de representantes oficiales de ambas naciones. Por el lado sirio asistieron el vicepresidente de la Autoridad de Asuntos Exteriores, Qutaiba Naji, y el director del cruce de Bab al-Hawa, Moataz Ismail, mientras que una delegación del Ministerio de Transporte e Infraestructura turco encabezó la representación de Ankara, junto a actores de los sectores logístico y marítimo.
Las autoridades señalaron que la reapertura de este corredor terrestre contribuirá a revitalizar el comercio bilateral y regional, al facilitar el flujo de mercancías hacia mercados internacionales, reducir costos de transporte y consolidar a Siria como un eje estratégico en la red de carreteras que conecta Asia con Europa.
Las dos partes ratificaron su compromiso de ampliar la cooperación aduanera y logística, modernizar la infraestructura fronteriza y garantizar servicios más eficientes a comerciantes y viajeros.
En julio pasado, Damasco y Ankara suscribieron un memorando de entendimiento para fortalecer el transporte internacional de mercancías y pasajeros, incluyendo el tránsito terrestre directo y acuerdos Ro-Ro, lo que busca consolidar a Siria como un corredor comercial vital entre Oriente y Occidente.
Siria y Türkiye comparten más de 900 kilómetros de frontera común, marcada por vínculos históricos, sociales y económicos. La reanudación del tránsito terrestre tras 15 años constituye, en este contexto, un paso relevante en el acercamiento entre ambos países.
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