La Plaza de Tiananmen y a lo largo de la avenida Changhan está todo dispuesto con arreglos florales y otros carteles alegóricos a esta efeméride.
Miles de soldados del Ejército Popular de Liberación marcharán delante del presidente Xi Jinping y otros 26 jefes de Estado y de Gobierno.
Por primera vez, China mostrará públicamente armas estratégicas terrestres, navales y aéres, así como sistema de alta presición y plataformas no tripuladas.
Aunque habrá un gran despliegue militar para evidenciar la modernización de las fuerzas armadas, Beijing subrayó en varias ocasiones el significado pacífico de esta parada que está enfocada en rememorar la historia y rendir tributo a los hérores.
Todos los equipos que se expondrán son de producción nacional y actualmente en servicio activo.
La banda militar conjunta se organizará en 14 filas, en alusión a los 14 años de guerra, y contará con 80 trompeteros en la primera fila, en conmemoración del aniversario 80 de la victoria.
Los oficiales aseguraron que este acto conmemorativo resumirá el estado actual del desarrollo militar chino, su capacidad tecnológica y su compromiso con la defensa nacional, en un contexto de transformación estratégica.
Entre los mandatarios que participarán en la parada están el presidente de Rusia, Vladimir Putin y el máximo líder de la República Popular Democrática de Corea (RPDC), Kim Jong Un.
El jefe de Estado cubano, Miguel Díaz-Canel, es el único presidente de América Latina y el Caribe que estará en las actividades conmemorativas, aunque también llegarán altos representantes de Nicaragua, Brasil y Venezuela.
La Guerra de Resistencia del Pueblo Chino contra la Agresión Japonesa duró 14 años desde el 18 de septiembre de 1931 (Incidente de Mukden) hasta la victoria el 15 de agosto de 1945, cuando Japón anunció su rendición incondicional.
Aunque el conflicto a gran escala (Segunda Guerra Mundial) comenzó con el Incidente del Puente Marco Polo el 7 de julio de 1937, China reconoce oficialmente que la resistencia nacional inició en 1931 tras la invasión japonesa de Manchuria.
Dado el desequilibrio militar, el gigante asiático adoptó una estrategia de resistencia prolongada y evitó batallas decisivas al tiempo que desgastó al ejército japonés.
Asimismo, las fuerzas del Partido Comunista de China destacó con tácticas de guerra de guerrillas en áreas ocupadas.
Es ampliamente reconocido por diferentes estudios que las fuerzas japonesas cometieron atrocidades como la Masacre de Nanjing (1937), donde murieron cientos de miles de civiles, el uso de armas bacteriológicas (Unidad 731), el trabajo forzado o esclavitud sexual (las llamadas “mujeres de confort”), así como el saqueo sistemático.
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