Según Vilardi, el exmandatario ultraderechista expresó su interés en asistir a las sesiones presenciales. Sin embargo, se informó que no se encontraba bien de salud.

«El presidente no vendrá», declaró el jurista ante la prensa. «No está bien de salud. Por lo tanto, tiene que hablar con los médicos. No vendrá», recalcó.

La primera sala del STF inicia este martes la vista de la causa penal contra Bolsonaro y otros siete acusados por el intento de golpe de Estado que culminó con los actos antidemocráticos del 8 de enero de 2023.

Tal caso ha sido sometido a la práctica de pruebas y testimonios, y ahora pasa a una de las etapas finales: el juicio.

La acusación contra Bolsonaro y sus aliados fue presentada en febrero por la Fiscalía General.

Con base en las investigaciones realizadas por la Policía Federal, recopiladas en un informe presentado a finales del año pasado, el Ministerio Público Federal presentó cinco solicitudes al STF para iniciar un proceso penal.

Los 34 acusados se dividieron en cinco cargos. La corte ya abrió un proceso penal contra 31 de ellos y ocho están acusados de participar en el llamado núcleo crucial o principal de la organización criminal.

Durante la fase de interrogatorio, que tuvo lugar en junio, los acusados negaron cualquier intento de golpe de Estado o de impedir la toma de posesión del actual gobernante Luis Inácio Lula da Silva.

Afirmaron que no hubo ningún movimiento concreto hacia un golpe de Estado y que la inculpación de la Fiscalía General resulta injusta.

Según la acusación, Bolsonaro sería el principal beneficiario si se hubiera concretado el golpe.

Entre los delitos imputados aparecen organización criminal armada, abolición violenta del Estado Democrático de Derecho, golpe de Estado, daños agravados a la propiedad federal y al patrimonio histórico. Las penas acumuladas por estos cargos podrían alcanzar hasta 43 años de prisión.

Actualmente, Bolsonaro, de 70 años, cumple arresto domiciliario desde el 4 de agosto por incumplir medidas cautelares.

El excapitán del Ejercito es monitoreado por un brazalete electrónico en el tobillo y vigilancia permanente de agentes federales dentro del condominio donde reside en Brasilia.

Además del riesgo de fuga, la Policía Federal señaló intentos de coacción por parte de Bolsonaro y su hijo, el diputado Eduardo Bolsonaro, hacia autoridades involucradas en el juicio.

El comienzo del sonado litigio, que se extenderá gasta el 12 de septiembre, marca un nuevo capítulo en el proceso judicial que podría definir el futuro político y personal del expresidente.

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