Solo la segunda sentencia al ex gobernante neoliberal Alejandro Toledo era considerada segura por la prensa y los juristas, mientras las dos excarcelaciones no estaban en los radares

Una sala de la Corte Superior de Lima dejó sin efecto la prisión preventiva de cinco meses que le aplicó a Martín Vizcarra un tribunal con el argumento de que podría fugarse porque no tenía arraigo familiar que garantice su permanencia en Lima.

La corte desestimó ese motivo y dispuso la libertad condicional de Vizcarra, con restricciones que debe precisar el tribunal que lo juzga por corrupción, como la de no salir de Lima y asistir a todas las audiencias del juicio en su contra.

“Vulneraron mis derechos y generaron incertidumbre sobre mi integridad personal”, agregó el exmandatario que muy posiblemente será condenado por recibir sobornos a cambio de contratos de obras públicas cuando era, años atrás, gobernador de la región sureña de Moquegua.

En la misma jornada, Toledo fue condenado a 13 años y cinco meses de prisión por delito de lavado de activos, por ocultar en el exterior sobornos por 32 millones de dólares recibidos de empresas brasileñas durante su gobierno (2001-2006).

La coima fue pagada a cambio de contratos de construcción de obras de infraestructura y Toledo y sus cómplices, su esposa y su suegra belgas (prófugas en el exterior) y los israelíes Avhraham Dan On y David Esquenazi, ocultaron el dinero y enviaron parte a Perú a nombre de la suegra belga, Eva Fernanbug, quien adquirió lujosos inmuebles aquí, que la prensa descubrió casualmente.

Toledo participó en la audiencia de su condena desde la cárcel para exgoberantes, donde cumple una condena de 20 años y seis meses de cárcel a la que no se agregarán los años de la nueva sentencia, porque, según el código penal, solo cumplirá la mayor, aunque piensa acogerse a la prisión domiciliaria para adultos mayores, pues en 2026 cumplirá 80 años.

Más sorpresiva fue la libertad de Betssy Chávez, ex primera ministra del gobierno de Pedro Castillo y, al igual que este, presa por el presunto delito de rebelión y rea de un juicio en el que la Fiscalía pide 25 años de cárcel para ambos.

El Tribunal Constitucional le concedió la libertad condicional, con cargo a seguir asistiendo a su juicio, debido a que tras cumplir 18 meses de prisión preventiva, la Fiscalía pidió prolongar el encierro por el mismo lapso, pero lo hizo fuera del plazo en que se permite la solicitud y en adelante comparecerá en su juicio en libertad.

De otro lado, está pendiente la definición de la fecha de inicio del proceso por lavado de activos contra el exgobernante peruano-norteamericano Pedro Pablo Kuczynski, quien está en libertad, pero tiene prohibido salir del país.

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