Algunas empresas ubicadas en zonas francas en El Salvador detuvieron sus inversiones por la incertidumbre comercial con Estados Unidos, confirmó el director ejecutivo de Aristos Inmobiliaria, Edwin Escobar, citado en un informe del diario El Mundo.
Hay empresas dedicadas al sector de autopartes que están esperando “mayor claridad” de la Administración de Donald Trump para tomar una decisión sobre sus inversiones, agregó.
El asunto de los aranceles es al pieza clave en este escenario que lleva a las empresas a esperar para ver como impacta en la economía local el impuesto del 10 por ciento para los productos que ingresan al mercado norteño, el principal para los exportadores locales.
Esta nación de Centroamérica se encuentra en una lista junto a otros países a los que se les aplica un gravamen del 10 por ciento sobre sus exportaciones en Estados Unidos.
A medida que se “asiente el polvo”, provocado por el torbellino causado por las políticas de Trump, El Salvador podrá continuar captando inversiones y posicionándose a nivel regional, opinó Escobar.
Pese a la cercanía del gobierno salvadoreño con la Casa Blanca, lo que llevó a alguno a predecir un “trato preferencial”, tras varios meses de anunciada la medida aún no se cuenta con un acuerdo firmado que fije, reduzca o elimina los aranceles hacia las exportaciones salvadoreñas.
A lo que enfrenta en su relación con el mercado norteño, se suma un incremento del flete en el comercio con China que pasó a ubicarse detrás de Estados Unidos como uno de sus mayores proveedores a finales de 2025.
La Asociación Salvadoreña de Agencias de Carga y Transitarios (ASAC) advirtió este martes de un incremento en el flete marítimo con el gigante asiático, lo cual, en opinión de su presidente, Mario Moran, estaría empujado por la mayor demanda de productos chinos hacia la zona sur de América.
La ASAC plantea que las empresas ubicadas en China se están moviendo a nuevos mercados en Europa y Latinoamérica para distribuir aquellos productos que no lograron ser vendidos en Estados Unidos, esto último por los aranceles dictados por el gobierno de Donald Trump, y el mercado local no es la excepción.
China se convirtió en uno de los principales proveedores de bienes para El Salvador y le gana de forma mínima terreno a las compras que el mercado hace a Estados Unidos.
Entre enero y julio de 2025, El Salvador importó dos mil 133.7 millones de dólares desde la República Popular de China, un 20.5 por ciento de los más de 10 mil 401.8 millones que se adquirieron durante el mismo período, según el Banco Central de Reserva.
Por su parte, las importaciones desde la nación norteña rondaron los más de dos mil 726.9 millones, un 26.2 por ciento del total.
En este torbellino de gravámenes, tarifas y pujas entre las grandes economías se mueve este país, valoran expertos al analizar los retos que enfrenta el gobierno para enrumbar la economía.
oda/lb





