Este es el último capítulo del genocidio que Israel está cometiendo en Gaza y parte de una campaña más amplia de limpieza étnica que afecta a toda la Franja, afirmó la organización no gubernamental en un comunicado.
“El desplazamiento forzoso y masivo cobra un impulso aterrador mientras el ejército israelí continúa arrasando la ciudad de Gaza, edificio tras edificio”, subrayó.
Oxfam cuestionó las órdenes de desplazamiento emitidas por las Fuerzas Armadas de ese país (FDI) y anunciadas mediante folletos lanzados desde el aire o publicadas en redes sociales.
Cada una de esas órdenes, en una escena muy repetida en el enclave costero, precede a nuevas oleadas de destrucción y víctimas masivas, lamentó.
Al respecto, estimó que es imposible concentrar a un millón de personas en pequeños campamentos de refugiados, que ya están superpoblados, mal equipados y con condiciones mínimas para vivir.
Solo 42,8 kilómetros cuadrados, menos del 12 por ciento del territorio, están asignados a esta supuesta “zona humanitaria” para el traslado de la población, destacó.
Tal plan, advirtió, incrementará las enfermedades y el hambre, además de constituir una flagrante violación del derecho internacional humanitario.
En ese sentido, estimó que el desplazamiento forzado masivo no es una herramienta de presión que sustituya a las negociaciones, por el contrario, afirmó, equivale a un castigo colectivo.
Las FDI comenzaron hace semanas una ola de bombardeos sin precedentes contra la ciudad como parte de los preparativos para una ofensiva terrestre, que busca reocuparla.
Ayer el mando militar ordenó por primera vez la evacuación forzosa de toda la población de la ciudad, pese a las numerosas críticas de la ONU y de la comunidad internacional.
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