Palco en la “ópera” de Peñíscola, España

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Peñíscola, España, 11 sep (Prensa Latina) Desde un hotel que acaricia las bondades del Mediterráneo en Peñíscola, España, unos prismáticos invitan hoy a una suerte de palco en la ópera para contemplar el espectáculo de la ciudad.

Por Fausto Triana

No es un tema baladí cuando la pequeña joya de la provincia de Castellón, región de Valencia, acaba de completar las Fiestas en honor a la Virgen de la Ermitana, una tradición con más de cuatro siglos de existencia.

Y con los binoculares operísticos, contemplar al Castillo del Papa Luna, la playa y los fuegos artificiales, son regalos que atraen cada mes de septiembre a más de 200 mil turistas, de los dos millones anuales que recibe la ciudad.

Algunas de estas premisas servirán para profundizar en conocimientos con Chema Rabasa, aunque el joven e inquieto guía-intérprete de Patrimonio en Peñíscola, derrocha conocimientos, que transmite con vehemencia en exclusiva con Prensa Latina.

“Desde varios puntos de vista es importante y es única. En primer lugar, porque se trata de una ciudad metida en el mar, de origen medieval, ubicada en un tómbolo, península calcárea y eso la hace, paisajísticamente hablando muy original”, comentó.

Rabasa destacó que a Peñíscola la puedes ver desde el sur, el norte y siempre saliendo al Mediterráneo, con el Castillo del Papa Luna como punto referencia.

“Por eso la llaman la ciudad en el mar, habitada en épocas muy antiguas antes del periodo romano, y también por los musulmanes”, anotó.

Dentro de un abanico de temas de interés, sobresale por el hecho de haber sido sede papal, una de las tres en la historia de la humanidad (junto con Avignon, Francia, y Roma, Italia), y de los caballeros templarios, además de la presencia de Pedro Martínez de Luna, devenido Benedicto XIII, Sumo Pontífice y protagonista del Cisma de Occidente, explicó Rabasa.

Luego, están los festejos en tributo a la Virgen de la Ermitana, una tradición que tiene testimonios escritos del jolgorio desde el siglo XVII y que comprende verbenas, conciertos, encierros taurinos, pasacalles con charangas y actos religiosos.

Su primera referencia data del 3 de agosto de 1664 y recuerda igualmente pasajes de la conquista y reconquista entre moros y cristianos; danzas en las que los caballeros llevan faldas por carecer de ropas adecuadas tras las guerras y se realizan las “torres humanas de la loa” (en honor a la Patrona), al estilo de los castellers, precisó el experto.

Peñíscola ha sido además escenario de filmaciones para cine y televisión, las más recientes de capítulos de la serie Juego de Tronos. Sin embargo, es la película El Cid, de 1961, su momento más emblemático con el séptimo arte.

La curiosidad, relató Chema Rabasa a Prensa Latina, es que las preferencias del productor Samuel Bronston por Carmen Sevilla para el papel de Jimena Díaz en El Cid, desató una polémica ante el rechazo de Sara Montiel, esposa del director Anthony Mann.

Al final, se eligió a la italiana Sofía Loren, cuentan que tan deslumbrante en su momento por su belleza, que llegó a incomodar al protagonista Charlton Heston, completó Rabasa.

idm/ft

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