Según el informe anual publicado hoy por la Organización Mundial de la Salud (OMS), sobre la evolución de la enfermedad causada por la bacteria Vibrio cholerae, que se propaga rápidamente a través del agua contaminada con heces fecales, “si bien estas cifras son alarmantes, subestiman la verdadera carga del cólera”.
Los conflictos, el cambio climático, el desplazamiento de población y las deficiencias a largo plazo en la infraestructura de agua, saneamiento e higiene siguen alimentando el aumento del cólera, afirmaron los expertos.
La presencia de este mal fue constatada en 60 países en 2024, en comparación con los 45 del año anterior.
África, Oriente Medio y Asia aglutinaron el 98 por ciento de los casos, con 12 países que notificaron más de 10 mil cada uno, entre ellos Bangladesh, Comoras, República Democrática del Congo, Etiopía, Nigeria, Somalia, Sudán del Sur, Sudán, Tanzania, Yemen, Zambia y Zimbabwe.
El continente africano experimentó un ascenso de la tasa de letalidad en 0,5 puntos porcentuales hasta el 1,9 por ciento, lo que revela brechas importantes en la prestación de atención vital, al mismo tiempo que señala la fragilidad de muchos sistemas de salud y los desafíos de acceso a los mismos.
En tanto, el continente con más casos fue Asia, con 292 mil y 920 muertes, aunque un solo país, Yemen, también devastado por años de guerra, fue el que concentró la mayoría de los contagios en la zona (260 mil) y las defunciones (879).
América registró nueve mil 957 casos de cólera, prácticamente todos concentrados en Haití (nueve mil 942), mientras que República Dominicana registró los 15 restantes.
Datos provisionales dan cuenta que el cólera continúa con preocupante impacto en 2025, con brotes epidémicos en al menos 31 países, de ahí que la OMS mantiene el nivel de riesgo global por la enfermedad en “muy alto”.
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