La cita continental, con sede en el estadio Jorge Luis García Carneiro de La Guaira, reunirá a nueve países: Argentina, Bolivia, Canadá, Cuba, Estados Unidos, México, Nicaragua, Puerto Rico y Venezuela, actual monarca. El torneo otorgará cuatro plazas para la Copa del Mundo de 2026.
En el recuerdo reciente destaca la edición de 2022, cuando Venezuela conquistó el título en casa tras superar a Puerto Rico en una final de alto voltaje. Ahora, el reto de las participantes es desbancar al anfitrión y asegurar el pase a la élite mundial.
El equipo Cuba, dirigido por Jorge Luís Pimienta, presenta una nómina renovada: dos receptoras, siete jugadoras de cuadro, cuatro jardineras y siete lanzadoras. De ellas, apenas cinco acumulan experiencia internacional, entre ellas la lanzadora Luz Meri Ramos y las jugadoras de cuadro Jessica Herrera y Libia Duarte.
La mayoría de las atletas provienen de las Escuelas de Iniciación Deportiva y de la categoría sub-23, lo que refleja el trabajo de base realizado en la Isla. Según Margarita Mayeta, responsable del béisbol femenino en la comisión nacional, “es un equipo rápido, con poder ofensivo y buena destreza defensiva”.
Cuba ha mostrado avances en el ámbito internacional con participaciones en topes bilaterales y en anteriores torneos regionales, y ahora aspira a colarse entre las cuatro primeras del continente. “El objetivo es clasificar al Mundial, y luego aspirar a una medalla”, puntualizó Mayeta.
El abanderamiento en la capital no fue solo un acto protocolar: simbolizó también el reconocimiento a las mujeres que desafían prejuicios históricos para abrirse camino en un deporte que durante décadas fue exclusivo de los hombres. El béisbol femenino en Cuba crece con el empuje de una generación que combina juventud y ambición, consciente de que su esfuerzo trasciende el diamante y representa una conquista social.
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