La secretaria general de la Confederación General del Trabajo (CGT), Sophie Binet, destacó la asistencia a la movilización, la cual definió como una vía de presión para «poner fin a las políticas al servicio de los más ricos».
También el líder de la Confederación Francesa de Trabajadores Cristianos (CFTC), Cyril Chabanier, celebró la jornada y que el llamado de los sindicatos fuera escuchado.
Entre los reclamos de la jornada resaltaron las mejoras salariales, la eliminación de la reforma de la jubilación y un presupuesto del Estado 2026 que no ponga a los trabajadores como los grandes perdedores de las medidas de austeridad.
Desde las filas de la izquierda, el coordinador de La Francia Insumisa (LFI), Manuel Bompard, calificó de exitosa las protestas de este jueves y llamó a continuarlas.
La intersindical anunció que se reunirá mañana para definir futuras acciones.
Por su parte, el Ministerio del Interior estimó en medio millón los manifestantes y confirmó más de 300 arrestos.
El ministro del Interior, Bruno Retailleau, señaló que 26 efectivos de las fuerzas del orden sufrieron heridas y acusó a algunos participantes de sembrar violencia.
Las autoridades desplegaron 80 mil policías y gendarmes, apoyados por blindados Centauro y cañones de agua, lo cual motivó críticas de sindicatos y denuncias de criminalización de las protestas.
mem/wmr





