Cinco de los siete miembros de la mesa directiva, incluido el presidente, Vital Kamerhe, son objeto de peticiones por diversas quejas individuales, por lo cual parte de los diputados exigen su destitución.
La comisión tiene 72 horas para emitir sus conclusiones y está compuesta por un delegado por grupo parlamentario y un miembro no inscrito.
Desde este jueves trabajan en la escucha de opiniones para esclarecer las bases de las acusaciones sobre una “gestión opaca” de las finanzas de la cámara, y de “incumplimiento de la situación social de los diputados”, así como la de “aprobación descuidada de las leyes” y “retraso u obstrucción de la supervisión parlamentaria”.
La Asamblea debe analizar diversas cuestiones, incluido el presupuesto para el próximo año, pero el debate político en torno a la destitución ha acaparado la atención de los miembros.
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