El jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, tuvo a su cargo la presentación de los detalles del programa previsto para el próximo quinquenio que adelantará AENA (Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea).

Según Sánchez, es la mayor inversión de las últimas décadas en la red aeroportuaria nacional y este esfuerzo redundará en un mayor desarrollo económico de muchos territorios y creación de empleo y de empresas.

Con la propuesta inversora de AENA (51 por ciento por el Estado), se quiere incluir en el Documento de Regulación Aeroportuaria (DORA III).

Dentro de la iniciativa, nueve mil 991 millones de euros corresponden a inversiones reguladas (se financiará con las tasas aeroportuarias), mientras que el resto se destinará a actuaciones no reguladas.

Las tres prioridades de las inversiones se enfocarán en el incremento de tráfico aéreo, mejorar la experiencia de los usuarios y avanzar en la sostenibilidad medioambiental, de acuerdo con el presidente del Gobierno.

Una estrategia que permitirá seguir modernizando y ampliando «no solamente los principales aeropuertos españoles, sino todos aquellos que necesitan adaptarse al crecimiento de la demanda», apuntó Sánchez.

El presidente y consejero delegado de AENA, Maurici Lucena, destacó que este año cerrará con récord de pasajeros en las terminales aéreas del país ibérico, 320 millones de pasajeros, por lo cual se hace impostergable mejorar las capacidades de España.

La acelerada carrera del turismo, en el afán de posicionarse y hasta superar a Francia como mayor potencia mundial del rubro, convierte el tema de los aeropuertos en una prioridad, significaron los especialistas.

En Barcelona, por ejemplo, AENA prevé destinar más de tres mil millones de euros a la ampliación del aeropuerto El Prat, una inversión cuya mayor parte se hará a partir de 2031.

Una noticia aplaudida por la Generalitat de Cataluña, pero que enardece a grupos ecologistas.

En cuanto al programa DORA III, recogerá los proyectos de ampliación de la pista, así como la adquisición de los terrenos necesarios y las medidas compensatorias asociadas, entre otras actuaciones.

La idea es aprobar el DORA III en el curso de un año, para lo cual se van a iniciar las consultas con las aerolíneas y luego se remitirá la propuesta definitiva a la Dirección General de la Aviación Civil y a la Comisión Nacional del Mercado y de la Competencia.

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