«Más de 700 mil efectivos están estacionados a lo largo de la línea de contacto», dijo el jefe de Estado durante una reunión con líderes de facciones de partidos políticos en la Duma de Estado (Cámara Baja del Parlamento ruso).
Las fuerzas rusas desarrollan desde febrero de 2022 una operación militar para detener los bombardeos ucranianos contra los civiles de Donetsk y Lugansk, dos territorios que se independizaron de Ucrania en 2014 y se adhirieron a Rusia en septiembre de 2022 tras celebrar sendos referendos.
Según el liderazgo ruso, los objetivos de la campaña militar son parar «el genocidio de los pueblos de Donetsk y Lugansk que cometía el gobierno ucraniano».
Igualmente pretende atajar los riesgos de seguridad nacional que representa el avance de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) hacia las fronteras de Rusia, completar el desarme y la desnazificación de Ucrania, entre otros.
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