Por Fausto Triana

Hoy, los hinchas más apasionados del Atleti se muestran muy enojados, no tanto por la derrota 2-3 frente al Liverpool en Anfield. Más bien sangran por la herida de un gol en tiempo de descuento a los 92 minutos, de cabeza tras el cobro de un corner.

También el malestar se apunta a otros dominios. La tarjeta roja del exaltado técnico de los colchoneros, Diego Simeone, todo el partido bajo llamados de atención de los árbitros por salirse de su área y finalmente, con el gol, hasta intentar irse a las manos contra los aficionados ingleses.

En definitiva, fue un duelo extraño. Apenas iniciado el choque, el Liverpool le anotó dos goles al Atleti, el primero a los cuatro minutos por un disparo de Mohamed Salah que dio en una pierna de Robertson y se desvió hacia las redes.

El segundo, un despiste de los defensores de los colchoneros y gran remate de Salah a los seis minutos.

En lo adelante, cuando todo parecía inclinarse hacia un solo lado, Llorente dio esperanzas con una diana a los 48, en descuento del primer parcial, y en el complementario, casi in extremis, logró el empate a los 81.

Todo parecía derivar en un empate 2-2, un resultado bueno para el Atleti, hasta que llegó el remate de cabeza de Van Dijk.

El martes el Real Madrid sufrió más de lo esperado para superar al Olympique de Marsella 2-1, en tanto el Villarreal cayó con las botas puestas 0-1 ante el Tottenham, por autogol, y el Athletic de Bilbao no pudo con el Arsenal (0-2).

Del resto de la segunda jornada de la Liga de Campeones de Europa, descolló el campeón defensor París Saint Germain, al arrollar al Atalanta 4-0, con goles de Nuno Mendes, Kvaratskhelia, Gonçalo Ramos y Aoás.

También resolvió con solvencia el Bayern Munich, al imponerse al Chelsea 3-1, con dos goles de Harry Kane, un autogol favorable a los germanos y la honrilla por Cole Palmer.

Esta noche se estrena el Barcelona frente al Newcastle.

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