Al anuncio, resultado de una reunión entre ambos gobernantes, se sumó también el Plan de Acción México-Canadá para los próximos tres años, una especie de hoja de ruta basada en cuatro pilares: prosperidad; movilidad, bienestar e inclusión; seguridad; medio ambiente y sostenibilidad.
Entre las acciones previstas en este escenario, sobresale la colaboración para facilitar el comercio, la inversión y la conectividad portuaria, así como fomentar la cooperación en agricultura, energía, recursos naturales, salud, seguridad y preparación ante emergencias.
Luego del encuentro con el mandatario, otro entre los equipos de ambos y un tercero con empresarios de las dos naciones, Sheinbaum consideró ayer que la iniciativa permitirá coordinar de manera más amplia y estructurada los esfuerzos en distintos ámbitos de los nexos bilaterales.
Según datos oficiales, Canadá es el tercer país con mayor inversión en México, en tanto las exportaciones de esta nación latinoamericana crecieron 70 por ciento al pasar de 11,1 mil millones de dólares a 18,9 mil millones entre 2020 y 2024.
Esta última tendencia se ha mantenido de enero a julio de 2025, con un incremento de 13 por ciento frente a idéntico período del año pasado.
«Acordamos un plan de acción muy importante que esperemos dé resultados muy pronto en términos de nuestra relación bilateral, pero también de la relación que tenemos como países de América del Norte con el tratado comercial (T-MEC)», expresó la dignataria en rueda de prensa.
Sheinbaum se mostró convencida de que la iniciativa fortalece el T-MEC, integrado también por Estados Unidos, y se traducirá muy pronto en beneficios directos para las sociedades, más oportunidades de inversión, empleos de calidad, innovación, justicia social y prosperidad.
La visita de Carney ocurre dos días después del anuncio por parte de México sobre el inicio, de forma coordinada con representantes de Comercio de Estados Unidos y Canadá, de las consultas públicas para la revisión del acuerdo de libre comercio de América del Norte.
Tanto Sheinbaum como Carney coincidieron este jueves en su compromiso de fortalecer el T-MEC, en medio de un nuevo orden comercial global derivado de la aplicación de aranceles por parte de Estados Unidos a sus socios en el tratado de Norteamérica y a otras naciones del mundo.
A juicio de la mandataria, el actual tratado (que sustituyó en 2020 al TLCAN, puesto en marcha en 1994), no solo incrementó el comercio y las oportunidades de inversión, sino que generó empleos mejor remunerados, cadenas de suministro más sólidas y mercados más competitivos.
Este resulta «una prueba de que cuando trabajamos juntos México, Canadá y Estados Unidos podemos crear prosperidad, enfrentar con éxito los retos globales y posicionarnos como una de las regiones más dinámicas», aseveró.
Por su parte, el gobernante canadiense consideró que el tratado de libre comercio entre ambos países y Estados Unidos, con más de tres décadas, mejoró la vida de los ciudadanos e hizo que América del Norte fuera el motor de la economía mundial.
«Nosotros estamos, ambos, comprometidos a nuestra alianza estratégica» con Washington, expuso el primer ministro, quien manifestó su visión de que la revisión del tratado, prevista para 2026, robustecerá las economías, pues «somos más fuertes cuando estamos unidos».
«Soy optimista, no solamente por convicción, sino porque creo que el tratado comercial va a prevalecer», dijo la dignataria, al señalar como una muestra de ello la convocatoria divulgada por Estados Unidos con el fin de abrir las mesas de trabajo para la revisión.
Subrayó que pese a los aranceles en ámbitos como acero, aluminio y autos impuestos por Washington a todo el orbe, incluidos sus dos socios, una buena parte del comercio de ambas naciones con Estados Unidos sigue estando libre de tarifas, pues «es competitivo para los tres países».
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