Al intervenir en la conferencia de alto nivel para la resolución pacífica de la cuestión palestina y la implementación de la solución de dos Estados, organizada en la sede de la ONU previo a la 80 Asamblea General, el mandatario remarcó que la UA también condena el terrorismo y la violencia.
“Este conflicto, que ha durado décadas y presenta un nivel de violencia inusual, no se resolverá, como sugiere toda la evidencia, mediante el uso de armas, por sofisticadas que sean”, sostuvo y agregó que es preciso convencer a las partes beligerantes para una salida dialogada.
Afirmó que la creación de dos Estados es la solución y que la organización continental respalda el principio de que Jerusalén Oriental debe ser la capital del Estado independiente y soberano de Palestina, posición compartida por Angola.
Comentó que su país reconoció formalmente al Estado de Palestina el 6 de diciembre de 1988 y observa con satisfacción que varios miembros de la ONU decidieron adoptar una medida similar, lo que reforzará el compromiso de la comunidad internacional con el cumplimiento de las resoluciones del Consejo de Seguridad.
Añadió que igual que en 1948 se decidió crear el Estado de Israel, con la debida justicia, actualmente la creación del Estado de Palestina es urgente, entendiendo que el pueblo palestino tiene el mismo derecho a vivir en un país internacionalmente reconocido.
El mandatario se refirió a los alarmantes informes sobre la catastrófica situación humanitaria en la Franja de Gaza, “donde comunidades enteras, incluidos un gran número de niños, sucumben diariamente al hambre y sobreviven en condiciones infrahumanas”.
Señaló que si bien son condenables los actos de violencia perpetrados por Hamas contra civiles israelíes, merece total rechazo la respuesta desproporcionada de Israel, con el uso de aviones de combate, tanques y artillería pesada.
Remarcó que en este caso no ha sido contra un ejército convencional, sino contra “la indefensa población civil de Palestina, periodistas, personal médico y empleados de las Naciones Unidas, así como de organizaciones y agencias humanitarias, con el pretexto de perseguir a Hamás”.
El titular de la UA condenó igualmente la instrumentalización de la asistencia humanitaria como arma de guerra, debido a su naturaleza profundamente inhumana y difícil de justificar.

“Ante esta tragedia, pedimos urgentemente la suspensión inmediata de las medidas que la obstruyen y socavan los derechos fundamentales de millones de palestinos, incluido el derecho a la vida, la atención médica y la alimentación”, enfatizó.
Llamó la atención también sobre los actos de guerra selectivos llevados a cabo por Israel en países de la región, en total desprecio por las normas del derecho internacional y los principios y valores de la Carta de la ONU y provocando un resurgimiento de la tensión y la inestabilidad en Oriente Medio.
npg/kmg





