Un grupo de ecuatorianos se encuentra a las afueras de la Unidad de Flagrancia de la Fiscalía, situada en la avenida Patria, en el centro-norte de Quito en rechazo a la detención de cuatro personas durante un operativo sobre el cual activistas denunciaron uso excesivo de la fuerza.
“Libertad, libertad, a los presos por luchar” se escucha en los exteriores de la Unidad de Flagrancia en rechazo a las detenciones de cuatro jóvenes durante las manifestaciones registradas en la urbe capitalina.
Familias, estudiantes y representantes de organizaciones sociales se encuentran en vigilia y exigen su libertad inmediata y el fin de la persecución contra quienes ejercen el derecho a la resistencia.
Un video que circula en redes sociales evidencia, por ejemplo, cómo un policía roció gas lacrimógeno directamente en el rostro de un detenido este martes, acción que, según el ministro del Interior, John Reimberg, será investigada.
El funcionario informó que existen alrededor de 60 detenidos como consecuencia de las protestas en Ecuador, que iniciaron el pasado lunes en rechazo al fin del subsidio del diésel y otras medidas del gobierno de Daniel Noboa.
Reimberg señaló que entre las personas aprehendidas hay ciudadanos extranjeros, presuntamente relacionados con grupos delincuenciales, y consideró que las movilizaciones no están motivadas por la eliminación de la subvención, sino por un tema político.
Del total de detenidos, varios están relacionados con el incidente ocurrido en un cuartel policial en Otavalo, provincia de Imbabura, y la justicia dictó prisión preventiva para 12 personas, procesadas por presunto terrorismo.
Para la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) -entidad que convocó al paro-, “acusar al pueblo organizado de ser parte de mafias criminales solo demuestra debilidad y miedo frente a la fuerza de la resistencia legítima”.
El presidente Noboa arremetió hoy contra quienes participan en las movilizaciones y calificó esos actos como “terrorismo disfrazado de protesta”.
“Ecuador no retrocede ante terroristas que se esconden detrás de la comunidad para servirse a sí mismos”, afirmó el gobernante en un evento en Otavalo, mientras en las afueras se escuchaban gritos de “Fuera Noboa, fuera” en rechazo a su presencia en ese territorio.
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