“El Ecuador libra una guerra existencial contra el narcoterrorismo”, subrayó la ministra de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana, al recordar que el Gobierno ecuatoriano reconoció en enero de 2024 la existencia de un conflicto armado no internacional y designó como terroristas a varios grupos delictivos.
Sommerfeld explicó que la vecindad con los mayores productores de cocaína del mundo convierte al país en primera línea de esa confrontación.
Detalló que solo en 2024 se incautaron 295 toneladas de drogas ilícitas y bajo ese argumento de la seguridad justificó que el Ejecutivo impulsa una consulta popular que incluye la posibilidad de reformar la Constitución para permitir la instalación de bases militares extranjeras.
La canciller resaltó también la necesidad de ampliar el concepto de paz y seguridad internacionales para incluir la lucha contra las redes delictivas que trafican armas, personas, drogas e incluso órganos humanos.
El representante del gobierno de Daniel Noboa mencionó que la administración promueve programas de prevención de la violencia juvenil y busca combinar políticas de seguridad con la atracción de inversiones y generación de empleo para garantizar una paz sostenible.
Pese a su pronunciamiento, Ecuador es uno de los países más inseguros de Latinoamérica, con más de seis mil homicidios intencionales en este 2025.
Sommerfeld no se refirió a la situación de Palestina, como sí hicieron muchos de los representantes de otros Estados.
El pasado 12 de septiembre Ecuador dejó claro su cambio de postura de defender y respaldar la causa palestina al abstenerse en una votación en la ONU para la solución del conflicto con Israel.
No obstante, la ministra ecuatoriana llamó a renovar el multilateralismo y a fortalecer el respeto a la Carta de las Naciones Unidas, en especial ante las amenazas globales.
La canciller agregó que Ecuador apuesta por más cooperación internacional, financiamiento climático y una gobernanza ética de la inteligencia artificial, al tiempo que destacó los avances económicos internos y las oportunidades de inversión en el país.
“Desafíos como el narcoterrorismo, la migración y el cambio climático exigen más multilateralismo, más cooperación y más acción colectiva”, concluyó Sommerfeld.
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