En su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) Baptiste recordó que “desde 1992, la Asamblea General ha votado de forma permanente para que se levanten las sanciones económicas que impone Estados Unidos de América en contra de Cuba. Ha llegado la hora de que se respete la voluntad de la Asamblea General”.
El Canciller caribeño centró su intervención en el impacto negativo que estas medidas tienen no solo en el pueblo cubano, sino en toda la estabilidad y el progreso de la región del Caribe.
En este sentido, hizo un llamado directo al gobierno del presidente Donald Trump para que retire a Cuba de la lista de estados patrocinadores del terrorismo, una designación que, según su criterio, «solo sirve para obstaculizar el desarrollo regional».
Subrayó que el acercamiento y el trabajo conjunto con Cuba «son el camino más efectivo para fomentar la seguridad y el desarrollo en el hemisferio».
“Trabajar de forma diplomática con Cuba en lugar de aislarla será lo que brinde oportunidades de fomentar la cooperación regional, todo lo cual es fundamental para la paz y el desarrollo del Caribe, así como también para establecer una arquitectura de seguridad en todo el hemisferio”, explicó.
Finalmente, el representante de Santa Lucía defendió que este enfoque de diálogo constructivo y respeto mutuo es superior a la imposición de sanciones unilaterales, y se alinea con la promoción de la soberanía y la comprensión entre las naciones.
El pronunciamiento de Santa Lucía se enmarca en la votación anual de la ONU sobre la resolución para poner fin a esa política, que tradicionalmente recibe un apoyo casi unánime de la comunidad internacional, con la excepción de Estados Unidos e Israel.
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