La presentación estuvo a cargo de los coordinadores científicos Alvar Carranza y Leticia Burone, en presencia del rector de la Udelar, Héctor Cancela.
Durante tres semanas, un equipo interdisciplinario de 37 científicos de Uruguay, Argentina, Brasil, Chile, Francia y Alemania exploró los cañones submarinos y montes del fondo continental uruguayo, con profundidad de hasta cuatro mil 200 metros.
“Recolectamos más de 16 mil registros faunísticos y ambientales, 200 horas de video de fondos marinos, 64 kilómetros recorridos con vehículos de observación remota y 22 terabytes de información. Estamos frente al mayor paquete de conocimiento oceanográfico de la historia del Uruguay”, expuso Carranza.
“Encontramos docenas de especies que podrían ser nuevas para la ciencia, además de cientos que jamás habían sido reportadas en esta región”, apuntó la científica Beatriz Yannicelli.
El impacto medioambiental también fue objeto de estudio. Al respecto, resultados preliminares confirman la presencia de residuos plásticos incluso en zonas profundas, junto a comunidades bacterianas que conectan la superficie marina con los procesos del fondo oceánico.
Desde el punto de vista geológico fueron encontradas rocas ígneas y metamórficas próximas al cañón submarino de Cabo Polonio, posiblemente arrastradas por icebergs desde la Antártida durante períodos glaciares.
La expedición consiguió localizar y estudiar los restos del destructor ROU 01 Uruguay, hundido en 1995 durante maniobras navales.
Se pudieron documentar especies biológicas asociadas al casco de la embarcación en conjunción de la arqueología y ecología marina.
SUB200 fue considerada un fenómeno cultural y educativo, pues miles de uruguayos siguieron las transmisiones en vivo del robot submarino y las escuelas incorporaron las imágenes a sus clases
Las muestras biológicas quedarán preservadas en el Museo Nacional de Historia Natural, para generar una colección de referencia para futuras investigaciones.
«Ya no podremos decir que en nuestras aguas no hay nada. Hay vida diversa, valiosa y nuestra tarea es conocerla y protegerla”, concluyó Carranza.
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