La actividad en la Terminal Cuenca del Plata (TCP), que maneja la empresa belga y por varias décadas, está ralentizada por parte del Sindicato Único Portuario y Ramas Afines (Supra), que considera amenazados los puestos de trabajo.
En el centro del conflicto está el plan de la empresa concesionaria Katoen Natie de instalar una herramienta digital para optimizar el desempeño logístico.
Del lado del sindicato alertan desde el año pasado contra ese plan.
«No es una simple actualización. Tiene un potencial muy grande de eliminar categorías, puestos de trabajo, de aumentar la productividad en la empresa entre un 20 y un 30 por ciento», afirmó a Telemundo el presidente del Supra, Álvaro Reinaldo.
El sindicato condiciona la aceptación del programa digital a la reducción de la jornada laboral a seis horas, pero con el salario actual, a fin de compensar el aumento productivo debido a la automatización.
Katoen Natie dijo en un comunicado estar lista para negociar, pero con plena operatividad de su terminal de contenedores en la que el Estado uruguayo tiene el 20 por ciento de las acciones.
El secretario de la Presidencia de la República, Alejandro Sánchez, descartó una intervención de fuerza legal, e instó a las partes a conseguir acuerdos mediante la negociación.
Pero la Unión de Exportadores (UEU) emitió un comunicado en el que llamó a la reflexión sobre “las graves consecuencias que tiene para el país la conflictividad en el puerto de Montevideo”.
El Ministerio del Trabajo y Seguridad Social cumple funciones de mediación, mientras la presidenta de la UEU, Carmen Porteiro, advirtió sobre el incumplimiento de contratos de ventas foráneas.
La operatividad del puerto de Montevideo está estimada en el 70 por ciento por el conflicto.
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