Durante una intervención ante el grupo parlamentario de su Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), en Ankara, el mandatario denunció que más de 67 mil gazatíes perdieron la vida y unos 170 mil resultaron heridos, en su mayoría mujeres y niños, desde el inicio de la guerra.
Estamos realizando intensos esfuerzos en todos los frentes, desde la ayuda humanitaria y los contactos diplomáticos, hasta la suspensión del comercio con Israel y el reconocimiento del Estado de Palestina, afirmó Erdoğan, quien añadió que su gobierno no ha vacilado en tomar medidas para detener la agresión.
El jefe de Estado turco advirtió que la ideología expansionista del actual gobierno israelí, basada en la llamada “Tierra Prometida”, representa una grave amenaza para toda la región si no es contenida.
Afirmó que el mayor obstáculo para la paz es la agresión israelí, y acusó a Tel Aviv de haber «superado incluso a Hitler» en sus crímenes contra la población civil. “Durante dos años, convirtieron Gaza en un campo de concentración, utilizando el hambre como arma, asesinando a médicos, periodistas y niños inocentes”, expresó.
En ese sentido, Erdoğan sostuvo que ninguna brutalidad logró quebrantar la voluntad del pueblo palestino, que continúa resistiendo a pesar del asedio total impuesto sobre los más de 2,5 millones de habitantes de Gaza.
Valoró como «positiva» la respuesta del movimiento de resistencia palestino Hamás a las propuestas de diálogo, incluyendo el plan de paz presentado por el presidente estadounidense Donald Trump.
“La paz justa y el alto el fuego inmediato son las opciones más lógicas tanto para Israel como para Palestina», concluyó el jefe de Estado.
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