La operación simultánea estuvo a cargo de la Dirección General de Represión al Tráfico Ilícito de Drogas (brigada antidrogas), y personal penitenciario del Instituto Nacional de Rehabilitación.
Ocho armas de fuego, municiones, droga, dinero y elementos utilizados para el procesamiento y venta de estupefacientes quedaron en manos policiales.
Dos de los capturados estaban requeridos por la justicia.
El martes último fue detenido un expolicía que portaba dosis de pasta básica listas para su comercialización. También se le ocupó una pistola Glock y municiones.
El sujeto además fue imputado como partícipe del atentado contra la vivienda de la fiscal Mónica Ferrero el pasado 28 de septiembre, un crimen por el cual también quedó acusado su hijo de 28 años.
La agresión a la fiscal Ferrero, a cargo de pesquisas contra el crimen organizado, se relaciona con la ocupación de una carga de 2,2 toneladas de cocaína en agosto último en las afueras de esta capital.
Según versiones de prensa, el cargamento estaría relacionado con el prófugo narcotraficante Sebastián Marset.
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